Viajar – Por la ladera sur de Cuera o siempre hay una salida a los problemas

Por Félix Maocho
1/9/2012

Ayer temíamos acordado salir de senderismo con unos amigos de Llanes. Lo previsto era recorrer la Ruta de los Colores, que parte de la aldea de La Borbolla, (punto 1).  una bello y cómodo paseo a través del Valle Oscuro, un valle poblado de un arbolado tan altos y densos que dejan pasar poca luz al suelo, de ahí su nombre.

El problema es que el día amaneció con temporal del norte, que empuja el aire húmedo del Atlántico contra los acantilados de Llanes, lo que inevitablemente supone lluvia en el lado norte la Sierra del Cuera, una pequeña cordillera paralela al Cantábrico previa a los Picos de Europa. Así que como nos temíamos, nos encontramos con una molesta lluvia que hacía muy incómoda la excursión.

De modo que sobre la marcha, decidimos atravesar la sierra y probar suerte en la cara sur, pues ocurre, que si la lluvia la motiva la condensación de la humedad del aire en contacto con el suelo, en la ladera sur no llueve.  Retrocedimos un poco lo andado y atravesamos pues el Cuera por la carretera N-621 que sale de Unquera, ( Punto 2),  para tomar luego la AS-114 que corre paralela al río Cáres en dirección a los Picos de Europa.

Así llegamos a Alevia (punto 4), una precisa aldea próxima a Panes (punto 3), en el concejo de Peñamediera Baja, y en efecto, allí no llovía, pero había bastante niebla, por lo que después de visitar la aldea y contemplar todo el valle desde el balcón que hay al lado de su ermita, decidimos tomar altura para colocarnos por encima de la niebla.

Continuamos en dirección de Peñamediera Alta, y  abandonamos la carretera AS-114 para tomar la  AS-345 hasta llega a Bosnes, (punto 5), donde como habíamos previsto, lucía el sol y comenzamos nuestra caminata, tomando una pista que lleva hacia los prados que se extienden en las laderas de la montaña.

Impresiona lo secos que están los prados, claro está que estamos al fin del verano pero esto es Asturias, según me cuentan prácticamente no ha llovido nada este verano hasta que decidimos hacer nosotros una excursión, Tendremos que decidirlo antes otro año.

Claro está, que esta excursión ya no era una camino más o menos plano, como habíamos previsto, sino una pista de montaña con bastante pendiente, y como ya todos hemos tenemos bastantes años, la excursión fue bastante más corta, quizá no recorriéramos más de cinco kilómetro, pero sin embargo subimos mucho, yo calculo que unos 300 metros. Desde alli se tenía una vista naravillosa del todo el valle y destacando sobre el horizonte el Pico de Peñamediera con su característica forma.

Subir es algo que cansa, pero no te das cuenta cuanto subes, lo haces poco a poco paso a paso y munca tienes noción de lo que has subido, pero que te asombra cuando das la vuelta y descubres que bajar es para tus piernas más duro que subir si bien no es tan cansado.

Con el recorrido adicional en coches y que cuesta arriba no corremos precisamente, se nos hizo tarde y bajamos a comer más o menos a las cuatro, con lo que íbamos resignados a comer lo que pudiéramos, una tapa, un bocadillo, lo que dieran y como bajábamos con hambre entramos en el único bar que encontramos en Besnes.

Sinceramente un descubrimiento, es uno de esos antiguos bares de pueblo que no cierran la cocina y que igual les da darte de comer a las once de la mañana que a las cinco de la tarde. El sol por fin picaba y decidimos comer en la terraza debajo de una sombrillas.

Asturias tiene fama de buena cocina y buenos precios, desgraciadamente en las zonas más turísticas, si bien con frecuencia la cocina es sigue siendo muy buena, los precios se han disparado, pero en estos lugares apartados del turismo masivo, puedes comer muy bien por poco dinero. Concretamente en este bar nos costó 12 euros por persona incluidos los cafés. Claro que hay que tener en cuenta que de bebida solo tomamos cerveza y agua, aun los vinos suben escandalosamente en las comidas, y sin motivo cuando hay vimos en cualquier supermercado de mucha calidad por tres euros la botella.

La cocina fue tradicional, pero muy bien hecha, tres tomamos garbanzos guisados como si fueran fabada, otros tomaron unas judías verdes con tomate y una ensalada, de segundos yo (saltándome todos mis régimenes), tomé picadillo con huevo frito y patatas, otro tomó callos, y los demás un buen filete de ternera. De postre nos repartimos para seis, cuatro raciones de unas tartas de la casa, francamente bien hechas, en especial me gusto una tarta de queso y otra de una crema de chocolate entre capas de hojaldre, hubo también los tradicionales arroz con leche y tocinillos.

Finalizada la comida y de vuelta a Llanes, lo hicimos por el lado del Sella por la otra carretera que atraviesa el Cuera, aprovechamos para parar en Alles, (punto 6) y ver los restos tardorrománicos de San Pedro de Plecin  hoy en ruinas, es un templo que se levanta sobre un antiguo lugar de culto precristiano y los restos que quedan fue erigido en el siglo XII. De planta rectangular, en el siglo XV añadieron un pórtico mirando a sur que es lo que mejor se conserva y en el XVI se adosó una capilla funeraria de planta cuadrada al lado Norte.

La iglesia estuvo en funcionamiento hasta 1787, que se erigió un nuevo templo parroquial en el núcleo de Alles y fue abandonada.

Continuamos viaje y paramos un momento en Arangas para ver otro monumento de Asturias un tejo que dicen que tiene más de mil años. Yo sinceramente, en estos cálculos creo que se exagera un poco, pero lo que es cierto es que es difícil encontrar un tejo con un tronco tan gordo como este. Comparar el tamaño del tronco con el de las personas que suben por el sendero

A partir de este momento dimos por acabada la excursión y cada cual inicio por libre la vuelta a su casa.

Ya estábamos mas cerca del paso del macizo del cuera por el valle del Sella que del valle del Cares por lo que decidimos volver por ese lado. Mi mujer y yo que no teníamos prisa, decidimos hacer una parada mas en Arenas de Cabrales, (punto 8) pues cuando pasamos por ahí compramos quesos no solo para comer nosotros, sino para regalar a nuestros hijos y amigos.

Es famoso en toda España el queso de Cabrales, ese queso con notas verdes de sabor fuerte, pero menos conocido es que en Cabrales se fabrican muchos tipos de quesos asturianos. A mi me encanta un queso que hacen allí y no es conocido ni por lo propios asturianos, pues es un queso inventado hace pocos años.

Una de las cosas que tuvimos que sacrificar para entrar en la comunidad europea fue la cabaña de vacas de leche que había en el Cantábrico, había excedente de producción lechera y los ganaderos fueros fuertemente incentivados para que cambiaran su producción de leche por la de carne. Muchos ganaderos que ya eran viejos, se acogieron con gusto a esa subvención, pues es menos duro cuidar vacas para carne que tener que recogerlas del monte todos los días para ordeñarlas.

Con ello se perjudicó tambien a los que pretendieron continuar en el negocio de la leche, pues al disminuir la producción de leche, a las centrales lecheras no las compensaba mandar camiones diariamente a recoger la leche.

En la zona del Cuera tan solo pudieron seguir suministrando leche aquellas explotaciones ganaderas próximas a Cabrales pues allí había un consumo local bastante alto de leche para hacer queso. La demanda de quesos asturianos ha aumentado bastante , pero como muchos ganaderos se habían acogido a las subvenciones para eliminar la cabaña, habían perdido el cupo para producir leche de vaca y no podían volver a la explotación lechera.

Hecha le ley hecha la trampa, nada se había dicho de la leche de cebú, pues nunca había habido cebús en Asturias y no tardaron en aparecer explotaciones con cebús, que producen una magnífica leche para hacer queso, como los quesos Gorgonzola italianos.

De esta forma pasó a ser a ser Cabrales una de las pocas regiones del mundo donde se producía a la vez y con muy buena calidad, leche de vaca, leche de oveja, leche de cabra y leche de cebú. Esta característica no paso desapercibida y un portugués, experto en queso, que diseña nuevas fórmulas y cuidados de quesos, para luego venderlas a las empresas queseras de todos los países, se instaló en Cabrales para poder experimentar con diferentes tipos de leches de acuerdo con los encargos que recibía de sus clientes.

Claro está, los resultados de sus experimentos no era cosa de tirarlos y pronto empezaron a salir de Cabrales, los más exóticos tipos de quesos, alguno de ello francamente buenos, así que lo que primero fue una forma de sacar un provecho de sus pruebas de laboratorio, se transformó pronto en un pluriempleo y con su marca vende algunas de sus creaciones que más éxito tuvieron entre sus clientes.

A mi personalmente me gusta un queso untuoso de sabor mucho más suave que el típico Cabrales, así que cuando pasamos por Arenas de Cabrales, o por uno de los mercadillos de la zona. tenemos una parada obligada, la compra de queso. Hoy se pueden encontrar en Cabrales y en una serie de mercadillos de los pueblos de la zona,. Así que junto a los tradicionales Cabrales y Peñamediara, unimos este queso que denomina Torta Suave, que no tiene la menor ptradición pero si tiene un sabor excelente.

En cabrales antes había que ir a su quesería en las afueras del puesto, pero desde hace poco ha habierto una tienda en centro del pueblo.

Es lo que yo digo, las épocas de crisis, son épocas de oportunidades, igual que hicimos nosotros para poder hacer muestra excursión, hay que darle al cacumen para encontrar salida a los problemas. No te dejan tener vacas lecheras, pues cuidas cebús, no sabes que hacer con los restos de tus experimentos, pues te metes a vender quesos que nadie había tomado hasta entonces. Siempre hay una solución solo es cuestión de pararse a pensar.

Félix Maocho

Otros post para Viajar