Felix Maocho

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Huerto Familiar – Que sembrar y hacer durante Febrero

Por Félix Maocho
15/1/2011

Finaliza la larga noche del invierno y la naturaleza se prepara para despertar, pese a que este año ha habido un invierno extraordinariamente benigno, conviene no fiarse, pues es muy probable aun quede alguna invasión de frío polar v vuelvan las heladas nocturnas.

Aun tendremos que cuidar y recoger las pocas hortalizas de invierno que queden en el huerto, pero sobre todo habrá que empezar a preparar las cosas para el despertar de la Primavera.

Febrero es el momento adecuado para preparar el suelo del huerto. Pasado un invierno, en que fue imposible trabajar una tierra helada y encharcada, es el momento de mullirla y  hacer el abonado de fondo con estiércol, si lo tenemos, o con una ligera cantidad de abono mineral, en el caso de no tener estierecol y no practicar la agricultura ecológica que tiene prohibida esta práctica, a mi modo de ver de una forma excesivamente drástica.

Al abonado debe añadirse compost y materia vegetal picada, como restos de poda, paja, serrín y virutas de carpintería etc. Con ello estamos atendiendo todos los peldaños de el ciclo de descomposición de la sustancia orgánica de una forma global, no solo la última fase, el aporte de nitratos.

De esta forma atendemos también las anteriores, desde la fermentación de la celulosa por bacterias y levaduras de la materia orgánica, para transformarla en compost, a la degradación de los tejidos vegetales liberados por la ruptura de la celulosa, que son digeridos por otras cepas de microorganismos especializados que se encuentran o en la propia tierra, o en el interior del sistema digestivo de las lombrices, capaces de degradar el compost en nitritos, para que entren nuevas cepas de bacterias especializadas en transformar los nitrito en nitratos, que ya si, son susceptibles de ser absorbidos por las plantas superiores.

Si sólo aportamos abono, enriquecemos en nitratos la tierra y permitimos hoy el buen desarrollo de las plantas, pero con la abundancia de nitratos en tierra inhibe y mata a las bacterias nitrificantes, rompiendo el ciclo de descomposición de la materia, haciendo la tierra menos fértil, por lo que entranos en una espiral de dependencia de nuestros cultivos, cada vez mayor de del abono mineral, hasta llehar a lo que en la práctica se convierte en un cultivo hidropónico, donde una materia estéril sirve de soporte a plantas que viven artificialmente de las disoluciones que les proporcionemos.

Si abonamos moderadamente y a la vez hacemos aportes a los otros peldaños del ciclo de descomposición de la materia orgánica, estamos fortaleciendo la fertilidad del huerto. Y por el contrario cada vez dependeremos menos de los abonos minerales, pues la propia tierra será capaz de generarlos y más de aportar desechos orgánicos que en el futuro se transformen en sales minerales después de recorrer todo el ciclo de degradación de la materia alimentando a toda una fauna de bacterias e invertebrados que aumentan la cantidad de materia viva que la tierra puede mantener consiguiendo una tierra cada vez más fértil de forma natural.

Debemos tomar como norma en primera medida reciclar como mulching, compost y a ser posible, vermiculina, todos los desechos de las cosechas que extraigamos, hojas, tallos etc. no comestibles, con el fin de devolver al huerto el máximo posible de la materia orgánica que le quitamos con la cosecha y por otra parte, abonar el terreno, (con basura natural, preferible o sales minerales, en su defecto), para compensar aquello que nos llevamos, pero también añadir de forma proporcional, compost y restos vegetales picados o mulching, de forma que reforcemos de una forma armónica todo el ciclo de descomposición vegetal.

Otra cosa que tendremos que cuidar en este mes son los semilleros. Si los construimos de cama caliente, comenzar a acumular la materia orgánica que en su descomposición genere el calor suficiente para dar lugar a la germinación forzada de las semillas que vallamos a plantar durante la primavera. Una buena forma de crear las camas calientes es cubirir el fondo del semillero con dos capas, de más profunda de unos 35 cm. de estiércol fresco y la superior de 20 cm. de mantillo.

Ha de procurarse mantener la temperatura del semillero entre 10 y 18 Cº, por ello en días de sol y durante el día abrirlos un poco en las horas centrales del día, pero cerrarlo siempre a la caída del sol pues una helada acabaría con las plántulas. La humedad aha de ser alta y hay que vigilar que las plantas en su crecimiento no se estorben aclarando el semillero y si es necesario trasplantando replantando en cuadros más abiertos las plántulas, hasta que llegue el momento de llevarlas a su lugar definitivo.

Por último debemos finalizar los procesos de poda, en los sitios más calientes ya algunas plantas de floración temprana como los almendros tiene ya yemas formadas. Señal que ya la savia corre por el interior, en estos casos deberemos considerar que hace más daño a la planta dejarla con un exceso de madera o lesionarla con una perdida inevitable de savia y el riesgo de que los hongos ataquen los cortes. Una delicada decisión que solo nos indicará que a el próximo años adelantemos las fechas de poda.

En el post llamado ¿Qué sembrar en Febrero?,  en encontrarán lo que se puede plantar tanto en semilleros ,como directamente en los bancales durante este mes.

Félix Maocho


 

 

15 enero 2011 - Posted by | Horticultura | , ,

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