Felix Maocho

Para quien le interese lo que a nosotros nos interesa

Bruno Catalano el escultor que apareció de repente

Por Félix Maocho
2/6/2015

Hace unos días, Mati Morata colgó en su Facebook la imagen de la escultura que os pongo en la entrada. La había encontrado en otro Facebook en el de “Hoy no hay cole” y la cautivó la imagen, como antes le cautivo al propietario de “Hoy no hay cole” y luego me ha cautivado a mi. El pie de esta imagen era una pregunta:

hoy no hay cole”Esta escultura me ha encantado… ¿Alguien sabe dónde se encuentra?

Como siempre ocurre en Internet uno de los interlocutores lo sabía

“Yo SoGon»· – Sí están por las calles de Marsella. A Bruno Catalano le encantaba hacer viajes y lo dejó plasmado en un conjunto de esculturas inacabadas «los viajeros».

Todo sencillo, me dije, sólo falta ir a Google y saber mas de ese escultor. Y en efecto encontré mucha información sobre este artista, …. Solo que como sus esculturas, su biografía deja un hueco enorme para que tú lo rellenaras como quisieras.

En efecto, agrupando la información encontrada en varios lados, mucha de ella contradictoria, esto es lo que se o creo saber del Sr. Catalano :

  • 1960 – Nace en Marruecos
  • 1972 – Abandonó Maruecos con 12 años, eso le provoca un dolor nunca olvidado
  •           – Muy probablemente su familia se estableció en el Sur de Francia, quizá cerca de Marsella
  •           – Adquiere la nacionalidad francesa
  •            – En los primeros años, trabajó como marinero recorriendo mucho mundo
  • 1990 – Admirador del arte desde su juventud, abandona los barcos para hacerse escultor
  •          – Se establece en Marsella.
  • 2013 – Una exposición con motivo de ser Maesella la Capital Europea de la Cultura muestra
  •             diez esculturas de tamaño natural en el puerto de Marsella, lo que le lanza al estrellato.
  • 2015Bruno Catalano y su hija Emilie trabajan juntos para crear nuevas obras en bronce

Su obra está presente en colecciones públicas y privadas de todo el mundo. Sus “viajeros” han sido expuestos en Inglaterra, China, Bélgica, Suiza, Argentina, Brasil, España y Estados Unidos consiguiendo críticas elogiosas y una gran reputación por la calidad y originalidad de su propuesta.

Hasta aquí todo lo que se. Observarán que no se, ni donde estudió, mi quien le enseño a fundir el cobre, ni su obra anterior a la exposición de Marsella, ni casi nada referente a su persona. Es igual que sus esculturas solo muestra unas pocas piezas de su biografía para que los demás la terminemos de rellenar como nos plazca, o simplemente no siente como el resto de los mortales el gusto por exhibir su biografía o bien hay un propósito deliberado de ocultar parte de su pasado, que sólo él sabe por que lo hace.

Nos centremos en su obra. A primera vista, cada escultura de la serie Los Viajeros (Les Voyageurs). parece que está congelada, como si le hubiéramos sorprendido en el momento de iniciar un viaje por el espacio/tiempo, parte del cuerpo se encuentra aun en este sitio y momento, pero otra parte se encuentra en en otro espacio/tiempo diferente, en un acto de escapismo mágico al estilo de los ilusionistas.

Algo aparentemente muy simple, una figura, hombre o mujer, con una maleta que avanza hacia lo desconocido. Un viaje, hacia un lugar que se imagina mejor, bien voluntario, bien forzado, obligado por el exilio y el sufrimiento. Si va en  en busca del placer y la  libertad y guiado por un sentido de supervivencia, es algo que no sabemos, solo lo podemos intuir.

El autor lo explica de la siguiente forma:

«He viajado mucho, he dejado Marruecos. Sentí que una parte de mí se había ido y nunca volvería.

Mientras fui marinero, estaba siempre dejando parte de mi en diferentes países y lugares y es un proceso por el que todos pasamos. Siento que esto ocurre varias veces durante la vida y por supuesto a todo el mundo le han desaparecido piezas en su vida que no volverá a encontrar otra vez. Así que el significado puede ser diferente para cada uno, pero para mí las esculturas representan un ciudadano del mundo”.

Así pues el escultura refleja en bronce ese sentimiento de que “partir es morir un poco”, o también como algún comentarista indica lo contrario, al partir el emigrante se dejas un poco de si mismo en el lugar de donde viene. El autor deja abierta la puerta para que cada cual rellene la figura con lo que le parezca oportuno, porque Catalano nos ofrecen el hueco dejado en el bronce para que las llenemos con nuestra imaginación, emociones, experiencias, situaciones o momentos de modo que cada cual completen la obra con partes no metálicas sino humanas.

La obra es un trabajo conjunto, tanto de Catalano como creador, como de quien la observa, pues somos nosotros los que “terminamos” esos torsos incompletos hasta que nuestro cerebro nos recrea la figura humana.

Mi interpretación es la contraria, yo no veo viajeros que parten,, sino viajeros que llegan. Que llegan del futuro, como si salieran de una máquina del tiempo y se materializaran poco a poco. Viene del futuro, con todas sus pertenencias guardadas en una pequeña maleta, Vienen al pasado huyendo de un futuro peor. Les están echando, o están huyendo, de un futuro que poco a poco les quita todo lo que creme esencial, la libertad, el amor, el trabajo, quizá la misma comida. Renuncian a ser hombres del futuro y desembarcan en el pasado, algo que nunca harán sin dejarse allí parte de si mismos,

Entrando en la parte técnica, llama la atención el realismo de sus esculturas, aunque hechas en bronce parecen casi vivos Son muy diferentes, sus expresiones transmiten fuerza, a veces consternación. Dice el autor que se inspira en sus familiares conocidos y vecinos.

Sorprende la precisión con que encajan las partes, y su ingeniosa solución que le permite que las las figuras flotan en el aire, sensación que no desaparece, cuando descubres la sutil unión a través de la maleta. También es muy estimable el dominio que tiene sobre el “policromado” de las figuras, unas veces atacando el metal con ácidos y otras dando color, pero siempre sin ocultar la noble materia en que fueron realizadas.

Por supuesto, Bruno Catalano tiene otra obra aparte de los Viajantes, menos monumemtal, pero no por ello menos bella, quizá en este post nos hemos centrado en exceso en esta serie, Quien desee conocer otras facetas del artista puede visitar su página web 

Félix Maocho  

1 junio 2015 - Posted by | Las siete artes | , ,

2 comentarios »

  1. Bruno Catalano: aprecio el valor emocional de las esculturas y me impacta su realismo, la sensibilidad que encierran, el bronce, el inacabado de la obras. Para mi sin obras completas, porque los vacíos expresan un contenido. Soy pintora, y me encantaría pintar al artista por su creatividad, su sentimiento hacia el inmigrante y su emicionsludas puesta en un plano impecable . Me encantaría tehh no era una obra de Catalano. Donde podré hallar una? Mis saludos Araceli Schettini “ aracelischettini@gmail.com

    Comentarios por Araceli Schettini | 29 agosto 2021 | Responder


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