Huerto Familiar- Los “huertos ecológicos” municipales

Por Félix Maocho
18/8/2013

Voy a escribir sobre un tema que estoy seguro que me hará perder seguidores, pero traicionaría mi forma de ser si esquivara hablar de un tema por miedo de enfurecer a la audiencia. En pocas palabras s el asunto se puede resumir en que soy contrario que los ayuntamientos, utilicen terreno público urbano para promover la creación de huertos. Si llegaste hasta aquí y no te has enfurecido en exceso ruego me permitas explicar la razón de mi postura.

Por uno y otro conducto me llegan continuamente noticias como la siguiente “Bruselas se suma a la «revolución» de los huertos urbanos” y elijo esta noticia de algo que ocurre fuera de nuestro país. por ser por un lado la última que me ha llegado, y por otra porque demuestra que el fenómeno trasciende nuestras fronteras y es común a todos los países más o menos desarrollados. Si en Google buscamos conceptos como “huertos urbanos ecológicos” encontraremos multitud noticias que demuestran que tanto nuestro munícipes, como los extranjeros, se han zambullido alegremente en la tarea de entregar parcelas de terreno municipal para la creación de huertos privados.

Por supuesto que un señor que escribe sobre huertos familiares, no le puede parecer mal que los ayuntamientos ayuden a los particulares hagan huertos, y en efecto, así es, no solo me parece mal sino bien, como que los ayuntamientos ayuden a la divulgación de  otras muchas actividades relacionadas con el cuidado del cuerpo, como el deporte, o de la mente, como el fomento de las artes.

Lo que me parece mal, es que en aras de esa “política verde”, se esté privatizando espacio de propiedad municipal, para el gozo y disfrute de unos elegidos, pues si bien no me parece mal, que un ayuntamiento de digamos 2000 vecinos , (si cuenta con dinero suficiente),  construya una piscina municipal para el disfrute de TODOS los vecinos que deseen bañarse, si me parecería mal que se construyeran 50 jacuzzis a cargo del erario público, para el uso y disfrute privado de 50 vecinos y más aún si para hacer esos baños, utilizara un espacio municipal, que bien se podría dedicar a un jardín de uso público o simplemente a campos de tierra, donde los niños puedan jugar al balón y los ancianos a la petanca.

Francamente, asusta el desparpajo que utilizan lo ayuntamientos a la hora de subirse al carro de la moda, porque, no nos engañemos, los “huertos urbanos” están de moda y más aun si se les añade el apellido de “ecológico”.

Uno que es viejo ya ha pasado por muchos de estos “sarampiones municipales”. Que yo recuerde el primero fue la construcción de piscinas, aparecieron por todos los sitios piscinas municipales, tanto al aire libre como cubiertas. Hoy no hay pueblo sin piscina, independientemente que tengan una playa rozando la Plaza Mayor, y si bien el coste de mantener el agua de una piscina, limpia y aun mucho más, el calentar la de una piscina cubierta, es prohibitivo, al menos las piscinas las puede utilizar,  (más o menos)., libremente quien lo desee

Y la penúltima moda han sido las pistas de padel, todos los campos de deportes mutaron las pistas de tenis, (creadas a la sombra de los éxitos de Santana), por pistas de padel, para poder emular el deporte ejercido por el entonces Jefe de Gobierno José María Aznar. Pistas que como las de tenis, tambien se pueden utilizar en principio por todos, pero solo en reducidos grupos, por lo que el uso de un terreno público se restringe de echo al publico en general a favor de ciertos individuos en particular.

Entre medias de ambas modas, hubo que soportar, (con nuestros impuestos), otras que fueron efímeras,  la ya hoy olvidad necesidad de crear pistas de “jogguing”, (en Madrid tuvimos dos una en el Retiro y otra en la Casa de Campo, hoy absolutamente abandonadas), o la de crear espacios para “skate” y patinaje que llenó de rampas barandillas y “toneles” amplios espacios urbanos, y que tuvo acciones tan poco acertadas como dedicar al patinaje los domingos por la mañana en Madrid,  la calle Príncipe de Vergara, por entonces llamada, General Mola, lo que creaba un colosal caos circulatorio  lo que unido a la falta de interés demostrado por el personal, hizo que la experiencia durara poco meses.

Con Zapatero. e instalados en el esplendor de la “burbuja inmobiliaria” se inició la moda de los “pabellones polideportivos”, edificios que por lo (pre)suntuosos, han quedado marcados en el inconsciente colectivo, como la muestra mas palpable de la burbuja inmobiliaria y la corrupción municipal.

Nadie se opuso en su día a que hicieran “Palacios de Deportes” y “Pabellones Polideportivos” pues hacer deporte estaba en la “onda” y aquello hizo que todos aprobáramos gustosos unas obras de un gasto monumental ni nos fijáramos que para hacer deporte no se necesitan gradas de espectadores. Para jugar al balonmano, o hacer gimnasia, sino tan solo una zona cubierta y unos vestuarios dignos.

Hoy lo que está en la “onda” es lo verde y nadie se opone a un “proyecto verde” de ayuntamiento, aunque ello suponga hipotecar un espacio público para uso privado.  Hoy los ayuntamientos, con las arcas exhaustas, no pueden plantearse proyectos faraónicos, pero no por ello dejan de desear hacer cosas “populares”, y que mejor que utilizar unos pequeños fondos para trasformar un terreno baldío en huertos.

Pero uno opina que esos mismos fondos podrían haber sido utilizado en transformar el terreno baldío en parques o espacios públicos. Por supuesto que en determinados casos en los que el municipio tiene enormes extensiones de terreno publico puede estar justificada la medida pero con toda seguridad ello no ocurre en el 80% de los casos. Por otra parte a uno le escama el énfasis que ponen en que los huertos sean “ecológicos”, pues ni los huertos pueden serlo por principio, ni los ayuntamientos tiene conciencia ecológica ninguna.

¿Conocen algún ayuntamiento que padeciendo una plaga de mosquitos, no acuda a la fumigación masiva e indiscriminada, que no elimine perros vagabundos, o no pretenda tener todos sus jardines cubierto con verde césped?. – Pues esas tres actividades, pueden ser acertadas, pero desde luego no son “ecológicas”.

Como tampoco es “ecológico” el huerto, Para entendernos, los huertanos llamamos “huertos ecológicos”, a aquellos huertos en los que voluntariamente renunciamos a utilizar abonos químicos y fitosanitarios, Pero pese a hacer eso nuestra actividad dista de ser ecológica.

Empelarse en cultivar plantas originarias de China o de América, fuera de su hábitat y clima original, motivo por el que tenemos que tener cuidados exquisitos, y proteger su reproducción en semilleros de temperatura controlada, para luego trasladarlos parcelas especialmente tratadas para recibirlas, en las que si por casualidad decide nacer cualquier otra hierba , la arrancamos de cuajo definiéndola como “mala hierba” y que un animal, insecto u hongo, decide utilizar como materia prima de su alimentación, no dudamos en exterminarlos mediante procedimientos mecánicos y químicos, (eso si, permitidos en las practicas “ecológicas”).

Es imposible que el monocultivo de una especie foránea, alimentada con basura de un ganado que pace a cientos de l kilómetros de donde tenemos el huerto y que se riega, ya en el colmo de la irracionalidad,  con agua que robada en manantiales de lejanas montañas, (en Madrid a más de 60 Km. de distancia), previamente hemos “potabilizado” añadiendo cloro para matar cualquier rastro de vida.

¿Cómo podemos decir que nuestro huerto es “ecológico”?

Conclusión.

Me parece bien que se fomente desde los ayuntamientos, se fomente horticultura, pues considero que es una practica que aúna un cierto ejercicio físico y un relax mental que puede ayudar a casi todos a conseguir una mejor calidad de vida. Así pues considero muy interesante que los Ayuntamientos organicen cursillos y talleres para fomentar esta afición así como den todo tipo de facilidades para organizar intercambios de semillas y ferias de y mercados de productos de pequeños huertanos.

Me parece ni bien, sino muy bien, que se intente mejorar las preocupaciones “ecológicas” del personal y dentro de ellas se apoye el “Huerto ecológico”, aunque desde el punto de vista municipal. creo que son mas prioritarias fomentar practicas, como el aprovechamiento de aguas grises y de lluvia, unido a llevar una preocupación por reducir en lo posible el consumo del riego, así como llevar a la conciencia de la gente la necesidad de reducir todo lo posible el consumo de abonos y fitosanitarios y sobre todo evitar la contaminación accidental de espacios superiores a los propios huertos.

Lo que me parece francamente mal es que parte del escaso espacio público disponible se privatice sin el menor control ni se indique de qué forma ese espacio privatizado va a volver a revertir, sin ningún tipo de servidumbre, a la hacienda pública en el futuro.

Félix Maocho

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