Huerto familiar – Mallas textiles para defender cultivos

Por Félix Maocho
21/3/2012

Una técnica para proteger nuestros cultivos de determinados riesgos es la utilización de  mallas textiles, las diferencias de las cosechas, tanto en calidad como en cantidad entre los cultivos, con o sin protección, son enormes y justifica el elevado gasto que tal protección origina.

Las ventajas a obtener del uso de agrotextiles son de diferente tipo, como protege los cultivos de depredadores e inclemencias imprevistas, pedrisco y aguaceros, o aumenta el rendimiento de las cosechas y mejora su calidad y  además, evita la desecación del suelo, disminuye el uso fitosanitarios, reduce el consumo de agua y favorece la precocidad de las cosechas.

Hay varios riesgos frente a los cuales es una norma eficaz recurrir el uso de agrotextiles, contra las inclemencias meteorológicas, como barrera de protección contra plagas de insectos, pájaros, conejos etc. y como  protección contra el frío o por el contrario, de la excesiva radiación solar.

Los agrotextiles, más utilizados suelen ser mallas realizadas con fibras de polipropileno a las que se han añadido aditivos para mejorar su resistencia a las radiaciones UV, y con menor frecuencia, son fibras de poliéster y la poliamida y aún más raramente se utilizan fibras naturales como yute, esparto, cáñamo, etc.

Las estructuras que las soportan son muy variadas en forma y tipo, además hay veces que los agrotextiles que se colocan de forma permanente y otras que por diversos motivos es necesario con frecuencia desplegar y recoger a modo de toldos durante su vida útil, lo que también condiciona la forma de las estructuras de sustentación.

En su diseño, aparte de consideraciones económicas, interviene diferentes factores, el primero es el peso del textil y las tensiones adicionales que han de soportar debido al viento o a la nieve que se pueda acumular sobre ellos, aunque lo habitual, es que estos requerimientos mecánicos sean inferiores a los que soporta un invernadero por ser normalmente los agrotextiles permeables al paso del aire.

Pese a ello, hay que tener en cuenta que nuestros campos, sufren de tarde en tarde, pasos de ráfagas de viento que pueden alcanzar con cierta facilidad valores de 140 Km/h sin que por ello se consideren tornados o huracanes, y ese viento es capaz de arrancar cualquier objeto que les dificulte su paso si no está bien sujeto..

Por otra parte es importante tener en cuenta que estas estructura de soporte no supongan complicarnos la vida en el momento de ir a cultivar nuestros campos, por lo que deberán ser diseñadas teniendo en cuenta para que permitan sin dificultad realizar las labores agrícolas y el paso de la maquinaria agrícola que previsiblemente van a cultivar nuestras parcelas.

En la primera imagen que abre el post, vemos una estructura realizada con manguera de riego semi rígida, se inserta y sujeta con abrazaderas a ferrallas del grosor adecuado, firmemente clavadas en el suelo. Esta es una construcción, quizá mejor reforzada con alambres perpendiculares a los arcos, puede ser una opción muy interesante y adecuada para bancales en el huertos familiar.

Otra solución nos la de este video, bastante malo de realización, pero muy ilustrativo de la forma en que un floricultor ha construido una cubierta anti granizo, utilizando  una estructura de ferralla de 1 cm de grueso, a la que ha soldado en los extremos anillos para soportar la ferralla situada en forma horizontal.

Igualmente les enseño otros dos tipos de estructura antigranizo, una convencional, a modo de tejado de doble vertiente, hecha con pilares hechos con postes de madera y una estructura de cables de acero unidos en los extremos a clavijas firmemente clavadas en el terreno y otra estructura específica para viñedos en espaldera, en las que solo se defiende la parte de la planta donde crece el fruto, que es la que realmente interesa defender,  además la estructura abatible, con el fin de poder hacer las labores de vendimia y poda, sin obstáculos como se ve en el vídeo que viene a continuación.

En general el textil se presenta como un tejido calado, a modo de red más que como telas. Por lo que hay dos valores fundamentales el grosor del hilo que oscilan entre 0.21 a 0.3 mm de diámetro, correspondiendo un mayor grosor del hilo con una un mayor resistencia mecánica y más prolongada vida útil, mientras que por el contrario, a igual tamaño de malla, a mayor grosor de hilo, supone una malla más densa, reduciendo tanto la insolación como la ventilación.

Tambien varían el color de la de telas, acorde con la función de protección que vaya a realizar,  con los colores negro, para cuando se quiere disminuir la insolación, blanco cuando se pretende la máxima insolación y verde porque e precisamente las radiaciones de onda que corresponden al verde son las que reflejan en  mayor proporción los vegetales, por lo que su pérdida por reflexión es menos perjudicial. Hay otra malla cubierta de un material aluminizado que refleja las radiaciones solares.

Textiles anti granizo y lluvias torrenciales

Un uso muy extendido de los agro textiles es el uso como mallas antigranizo, para prevenir los graves daños en los cultivos que se producen tanto por el granizo como por la lluvia torrencial. Se suelen utilizar mallas de buena resistencia mecánica tipo Raschel o propileno con tratamiento UV. Habitualmente, presentan refuerzos en los orillos y una o varias cintas a lo lago del tejido por la parte central, de modo que estas cintas se repartan los esfuerzos mecánicos que generen tanto con la tensión del tejido sobre la estructura de sujeción como los impactos del granizo.

Estas mallas también protege del efecto pernicioso de los impactos de la lluvia torrencial,  como lo son los típicos de chaparrones de verano, al frenar las gotas del agua antes de llegar este a las plantas. El inconveniente es que al ser bastante tupidas y puestas en sentido horizontal, restan abundante insolación, algo que afecta de forma general a los cultivos de hortalizas, habitualmente exigentes en horas de insolación directa, por lo que no se pueden utilizar de forma permanentemente, lo que exige estructuras que permitan un rápido desplegado y plegado de estas coberturas con la llegada y desaparición de las condiciones atmosféricas potencialmente adversas.

Les enseño un vídeo también italiano donde se muestran mínimas estructuras adecuadas a bancales de un huerto familiar que permiten desplegar y plegar mallas antigranizo con gran rapidez.

Así mismo les dejo una dirección de un catálogo de venta de mallas antigranizo,   del que sin tener referencia directa, calculo que no tiene los mejores precios, por no ser él mismo fabricante de la malla, sino una empresa especializada en invernaderos, que completa su catálogo con accesorios para los mismos, pero lo traigo como referencia de lo que se encuentra en el mercado para este uso.

Mallas cortavientos

Son mallas que, sin impedir el paso del aire, reducen los efectos del vientos fuertes. Se es da dos usos, como cortaviento extendidos en dirección perpendicular a los vientos dominantes del lugar y paralelos a la costa, cuando lo que se trata es de defender los cultivo de la salinidad procedente de los vientos marinos. Al igual que las mallas antigranizo, presentan refuerzos laterales, se diferencian de las antipedrisco que generalmente la maya es más abierta.

En mi opinión tanto por eficacia como por estética, para este uso son preferibles otras soluciones. La más tradicional es situar setos naturales, que según la altura que queramos alcanzar y lo tupida que la deseemos podrá ser de árboles como álamos, o cipreses, setos de arizónicas, o más bajo de arbustos como boj, zarzas, etc.

Otra solución es establecer una valla, que puede ser de tela metálica o solo de alambres horizontales tendidos entre postes verticales,  cubierta de enredadera, que puede ser tanto comestible o no, si la queremos con hoja perenne o no.

Esta solución tiene el inconveniente que tarda tiempo en formarse y requiere mantenimiento, ocupan espacio y compiten por el agua con las hortalizas cercanas por lo que no es la mejor solución en todos los casos por lo que tambien podemos poner una valla cubierta de brezo, mimbre o cañizo.

Estas soluciones son para mí preferibles a una pared de mallas de plástico, sin embargo esta tiene una ventaja sobre las otras, da una sombra mucho mas suave, lo que puede ser conveniente para los cultivos que protege. Como es lógico, cada caso concreto tiene una solución idónea y es bueno conocerlas todas.

Protección de cultivos frente insectos

La mallas antiinsectos se fabrican a partir de monofilamentos de polietileno de alta densidad, poliamida o polipropileno, con los adecuados aditivos para protección antioxidante y de rayos UVA con gran variedad de tupidos, según el tipo de insecto del que se quieren proteger los cultivos. Con ello se reduce e incluso se elimina la aplicación de productos fitosanitarios logrando cultivos más saludables. Además de proteger contra los insectos, actúan en segunda instancia como protección contra el viento, las gotas de lluvia, los cambios repentinos de temperatura y los pájaros.

Mallas antipájaros

En determinados lugares la única posibilidad de cultivar frutos de pequeño tamaño como cereza, higos e incluso uva es proteger los frutales con  redes antipájaros pues los frutos actúan como imanes para los pájaros de la zona y sus destrozos son si no se toma medidas excesivos.

Las redes anti pájaros son como las anteriores pero generalmente con mallas romboidales o cuadradas, adicionalmente protegen contra la acción del granizo con una efectividad proporcional al tamaño de la malla. Hay otras redes similares destinadas a impedir el paso a conejos y otros animales

Les dejo una direccion de un fabrican t de este tipo de mallas

Protección solar de los cultivos

La protección solar o protección térmica, en el argot agrícola, se consigue mediante mallas de sombreo, pantallas térmicas o pantallas de oscurecimiento.

Las mallas de sombreo cumplen la función de proporcionar a las plantas condiciones microclimáticas apropiadas. A cada planta cultivada se le debe adecuar el porcentaje de sombra requerido pudiendo variar esta en las diferentes fases de su desarrollo. En el mercado, existe variedad de mallas sombreadoras, que se definen en función del porcentaje de sombra que proporcionan. Suelen ser de polipropileno. Con la dirección longitudinal de monofilamento en cadeneta o urdimbre y en las tramas insertan cintas que soportan los esfuerzos mecánicos. Es lo que se llama tecnología Raschel. En algunos casos las cintas están aluminizadas, con lo que aporta mejor función de pantalla térmica.

Pantallas térmicas

Tiene como objetivo reducir la energía perdida, como radiación de onda larga durante la noche. Suelen ser de poliéster o de polietileno, con una o dos caras aluminizadas. Las más eficientes son las de ambas caras aluminizadas. Suelen alternarse cintas aluminizadas de unos 5 mm de anchura, unidas por tejido en cadeneta de poliéster. La zona aluminizada pueden reflejar hasta el 90% de la radiación solar. Con estas pantallas se consigue una disminución de la temperatura en verano, y un aumento durante el invierno.

Para ello se utilizan mallas de polipropileno estabilizado a los rayos UV con gramajes que oscilan entre 15 gr/m2 a 90 gr/m2, con una protección al frío y heladas mayor cuanto más gramaje contengan. Conviene elegir tejidos con niveles de permeabilidad, ventilación y barrera microbiana adecuados a las necesidades de cada tipo de cultivo

Además, protegen eficazmente contra el viento y los insectos, mejorando el rendimiento y la calidad de los cultivos de verduras. Crean un microclima que favorece el crecimiento de los cultivos siendo al mismo tiempo permeables al agua y al aire.Les dejo información de un fabricante de mantas técnicas agrotextiles 

Pantallas de oscurecimiento

Son como las anteriores pero formando una banda continua para disminuir la radiación solar sobre el cultivo, con el fin de adaptarla a las necesidades de ciertas especies de plantas concretas. En el caso de las pantallas totalmente opacas, su uso se  destina a limitar las horas de luz para regular el fotoperiodo de los cultivos. Suelen ser un tejido de doble capa compuesta por una capa de poliéster o polietileno negro y otra aluminizada en la parte superior. Estas pantallas pueden llegar a ofrecer un oscurecimiento casi total, permitiendo un perfecto control de la duración de la luz en determinados cultivos, fundamentalmente ornamentales. Un uso muy exteendido de estas mallas es para cubrir lombriceras

Dado las características del clima español el uso más extendido es de las mallas de sombreo, seguido de las mallas antiinsectos y las mallas antigranizo General mente las mayas son de producción nacional o europea,  pues el escaso peso de la mano de obra local, se compensa con los gastos del transporte de mallas procedentes de otros lugares de mano de obra barata.

Félix Maocho

Post adaptado al huerto familiar a partir de información técnica procedente de Terralia