Viajar- Rueda , el hilo de Adriana

Por Félix Maocho
6/6/2012

No es mi norma traer a este blog “plagios” de otro sitio, sin embargo hay excepciones, en primer lugar porque asumo que todos los implicados en la cosa estén de acuerdo que les conviene la mayor difusión posible de su post y segundo y principalísima razón para mí, porque hablan de mi pueblo. Así que aquí les dejo lo que me he encontrado por ahí

Félix Maocho

Tomado de El Buen Vivir de Juan Luis Recio 

El hilo de Ariadna

¿Recuerdan la historia del laberinto cretense, Teseo, el Minutauro y el hilo de Ariadna? Dentro de poco podremos recrearla en uno de los puntos neurálgicos del vino, entre los numerosos de los que nuestro país disfruta, ya que en Rueda, la hermosa villa castellana abrazada por los viñedos de la verdejo y sede de la conocida Denominación de Origen, se está ultimando la reconstrucción de una singularísima bodega propiedad de la familia YLLERA.

A treinta y tantos metros de profundidad y en un intrincado e intrigante recorrido de más de un kilómetro, el Grupo Yllera mostrará sus conocidos vinos en un atrayente laberinto. Su particularidad, lo insólito, consiste en que se relacionará cada vino de la firma con un episodio del mito del Minotauro, asociando la cultura a un idóneo entramado de bodegas entrelazadas, íntimas unas, y espaciosas otras.

Vivir en Rueda (Valladolid) – A la mayor gloria del Marqués de Riscal, sea quien fuere

Por Félix Maocho
12/12/2011

Hace unos días volviendo de Orense, paré en Rueda.

Rueda es el pueblo de donde procede mi familia, tanto por parte  paterna  como materna  y es de donde yo me siento. Nno digo que sea un pueblo mejor que otros, pero es el mío y a mucha honra, (como supongo que os pasará a todos los que los que tenéis raíces en alguna parte).

Mi padre vivió ya toda la vida en Madrid, pero tan pronto daban las vacaciones nos íbamos a Rueda porque teníamos labranza y el verano era la época de mayor trabajo y allí con mi abuela, y un es con un tío, otro con otro y luego con mis padres, o viceversa, todos los primos pasábamos en el pueblo los tres meses del verano.

Por no tener Rueda no tenía ni playa, ni montaña, y ni siquiera agua corriente, pero he sido más feliz y sobre todo más libre, allí que en cualquier otro sitio, por eso lo recuerdo con tanto cariño.