La Segunda Revolución Industrial, la Revolución Eléctrica
Por Félix Maocho
5/11/2018
Hoy nos parece que sin electricidad no se puede vivir y posiblemente sea cierto.
Dejarían de funcionar las bombas que nos proveen de agua corriente y ya no hay fuentes naturales en las ciudades.
El ascensor dejaría de subirnos a un octavo o décimo piso, y ya no tenemos fuerza para subir la compra por la escalera y cosas que nos parecen esenciales, los semáforos, el metro, la televisión , … dejarían de funcionar.
Y no es eso lo peor, dejarían de funcionar los refrigeradores, tanto en casa como en los supermercados, toneladas de comida se echarían a perder, en los hospitales, sería un caos, la inmensa mayoría de aparatos hospitalarios dejarían de funcionar desde las luces de los quirófanos a los TAC y Rayos X, pasando por equipos de respiración asistida. El caos en el país sería gigantesco.
Sin embargo el mundo sin electricidad no es algo tan lejano, sólo tiene unos 150 años. Mi abuela contaba que, siendo joven, vino con sus padres desde Valladolid a Madrid, lo que entonces era un largo viaje en tren, para ver, como mucho españoles, las primeras farolas eléctricas que se instalaron en Madrid delante del Palacio Real. A los ciudadanos de entonces, algo que diera luz sin necesidad de llama, les parecía, si no mágico, si de una impresionante tecnología.
Ella vivió en un mundo sin electricidad, donde en las largas noches del invierno, la familia se reunía al rededor del único quinqué de petroleo que rompía con luz mortecina las tinieblas que rodeaban toda la casa.
Inicios de la electricidad Edinson y sus bombillas incandescentes
Como casi todos sabemos, Edison, más que inventor, ni inventó la electricidad ni inventó la primera bombilla de incandescencia, que ya existían y estaban patentadas cuando el entro en el negocio, fue un gran empresario, por lo que tras hacerse con las patentes que necesitaba en 1879, fundó la Edison Illuminating Company y tres años después, en 1882 montó la primera central eléctrica, con una maquina de vapor que movía una dinamo, que generaba corriente eléctrica continua, que vendía a los compradores de sus bombillas, a la vez que utilizaba el vapor de agua desprendido de la máquina de vapor, para calentar los edificios próximos. (lo que hoy llamaríamos cogeneración)
Las bombillas incandescentes demostraron ser mucho mas eficaces, que los sistemas anteriores de producir luz, los quinqués de petroleo, y las lamparas del llamado gas ciudad, por ello Edison que inauguro su negocio con 80 clientes y 400 bombillas, en dos años, tenía más de 500 clientes y 10.000 bombillas.
La energíia hidráulica
En 1884, solo dos años después que Edison, H.J. Rogers crea la primera central hidroeléctrica en el río Fox en Wisconsin, Sin embargo el, (relativo), invento de Edison, padece un grave problema, la corriente continua que produce la dinamo, disminuye mucho con la distancia, razón por la cual, hay que situar las centrales, al lado de los consumidores, algo que es posible, aunque difícil, con centrales a vapor, pero que no lo es, cuando se pretende aprovechar la energía gratis de los ríos, pues los desniveles en los ríos, están donde están, pero no precisamente al lado de los consumidores.
Tesla y la corriente alterna
Entra aquí en juego el otro gran inventor y visionario de la época, que al contrario que Edison, es un desastre para los negocios, Nicolai Tesla,
Él descubre la corriente alterna y la forma de elevar muchísimo el voltaje, de forma que la pérdida de energía en el transporte sea aceptable, así como la forma de reducir el voltaje en el lugar de consumo, a un nivel que no sean, (excesivamente), peligrosos para el consumidor.
Con ello, ya es posible aprovechar la energía gratuita de los ríos mas caudalosos, en los puntos que hay mayores desniveles presentan y trasportar esa energía a los puntos de consumo que no cesan de reclamar mas y mas energía eléctrica.
Los emprendedores comienzan a iluminar el mundo
Tan solo unos años después, en 1895 Jorge Westinghouse, monta una central en las cataratas del Niágara, e ilumina la ciudad de Buffalo, a 40 kilómetros de distancia. Copiando a estos pioneros aparecen miles de emprendedores, que aprovechan los inventos de estos dos genios, para, de manera anárquica, ir dando electricidad a poblaciones repartidas por la toda la faz de la tierra,
Aun falta un pequeño paso por descubrir que es la corriente trifásica y ese paso se da en Rheinfelden (Alemania), donde generan corriente alterna trifásica a 50 hercios, iniciando un el estándar de hecho, que aun hoy se aplica en casi todo el mundo.
Emprendedores hasta en mi pueblo
Hay miles de emprendedores que se inician en el negocio eléctrico. En mi pueblo, Rueda, (Valladolid), un emprededor inquieto, que tiene entre otros negocios, un molino de harina en el Duero,, coloca un generador eléctrico. El agua represada del río, en vez de mover las piedras del molino,movía un generador eléctrico.
Gracias a ello, mi pueblo, se adelantó bastantes años a los de los pueblos de alrededor en tener electricidad, aunque más que alterna, aquella electricidad era intermitente, sobre todo en verano, cuando el Duero llevaba poco caudal, pues para que funcionara el generador, había que cerrar la presa del molino por un tiempo, hasta que el agua adquiría suficiente nivel y con ello, la energía potencial suficiente para poder ser transformada en energía eléctrica.
Era lo que se llamaban popularmente las “restricciones“, que no solo afectaban a mi pueblo. sino prácticamente a toda la España de la “pertinaz sequía”. Y las restricciones marcaban el ritmo de la vida de todos. Por ejemplo, en Rueda, teníamos una maquina de trillar Ajuria, que lógicamente solo podía funcionar cuando había luz eléctrica, y ello condicionaba la vida de todos los obreros que hacían la recolección del cereal, pues cuando había luz, fuera la hora que fuera, se trillaba.
Las restricciones
Naturalmente, en los periodos de “restricciones” volvíamos a los tiempos en que no existía la luz eléctrica. He conocido la luz de las velas, del quinqué y del candil, ese invento romano, que consistía en un pequeño depósito de aceite, con una mecha.
Generalmente en él se quemaba el aceite sucio de cocinar, algo que al arder produce mas humo que luz, pero que a pesar de todo, nos era muy útil. pues con ellos colgando de una vara, casi a ras de tierra, bajábamos a la bodega, que ya tenía luz eléctrica aunque con bombillas muy tenues (de 25 watios) y separadas (unos 30 metros).
El candil ,no solo nos daba un poco mas de luz, sino que detectaba si había acumulación de CO2. pues como este gas procedente de la fermentación del vino, es mas denso que el aire, se acumula en el suelo y apaga el candil. Así que cuando se apagaba el candil, sabíamos que era el momento de retroceder y subir la escalera de la bodega cuanto antes, pues había riesgo de asfixiarnos sin darnos cuenta.
Comienzo de la segunda Revolución Industrial La revolución eléctrica
La electricidad es el pistoletazo que cierra la p. la Revolución electricarimera revolución industrial, la basada en el carbón y el vapor de agua, e inicia segunda, basada en la electricidad. En un primer momento el uso de la electricidad solo tiene una aplicación, generar luz. Pronto a esa primera utilidad se unirán dos mas:
La primera, mover motores eléctricos, donde poco a poco, irán pasando a ser el corazón de toda las maquinas, desplazando a otro tipo de motores, excepto en los automóviles, porque las baterías no tiene la capacidad suficiente y no se encuentra la forma de tenerlos enchufados como los tranvías y a la vez, permitirles conservar la autonomía de movimiento que tiene el coche con motor.
Los primeros electrodomésticos
La segunda, calentar, algo que hacen muy bien y con menos riesgo que su competidores el gas ciudad y el carbón, pero a mayor precio, lo que limita su uso. Yo recuerdo el Kaneko, que utilizaba mi abuela, una especie de bolsa de agua caliente pero eléctrica y que relleno de cemento, conservaba un calor tibio durante toda la noche dentro de la cama, la plancha eléctrica, y el tostador de pan, que fueron los “electrodomésticos” que primero entró en las viviendas.
Nuevos usos de la electricidad, el magnetismo
Poco a poco fueron apareciendo aparatos y sistemas que utilizaban la electricidad de otra forma diferente a la incandescencia, los motores y el calor. Casi todos se basaban en algo que acompaña la electricidad, el magnetismo. Una corriente eléctrica tiene siempre asociado un campo magnético, algo conocido desde casi el principio y que se había utilizado con éxito en los motores eléctricos, pero que el ingenio humano le encontró otros usos.
El telégrafo
El primero fue el telégrafo. Como siempre hay muchos antecedentes, pero el telégrafo de Samuel Morse es el primero que fue realmente operativo. Samuel Morse era pintor, pero en 1836, en un largo viaje en barco de vuelta de Europa, escuchó una conversación entre los pasajeros del barco sobre electromagnetismo. Y comenzó a obsesionarse con el tema.
En su estudio de pintor, con piezas de un reloj viejo y un lapicero fabricó un voluminoso aparato, en el que el lápiz, mientras no hubiera corriente se mantenía separado del papel y cuando esta pasaba, el lápiz descendía y pintaba una linea recta sobre el papel que se deslizaba bajo su punta. A este primer prototipo, le aplicó varias mejoras con ayuda de Alfred Vail un hábil mecánico e inventor, y creó el equipo final que fue un éxito.
No obstante, su mas importante y original aportación, es el código Morse, que mediante puntos y rayas, es capaz de representar cualquier letra. Un avance grande y una gran aproximación al código binario que hoy nos domina, aunque aquí hay aun tres elementos en juego, el punto, la raya y el espacio.
Se inicia la globalización
Con el telégrafo, un proceso que ya había comenzado con el ferrocarril se acelera, el mundo se hace mucho mas pequeño, pues todo es más próximo. Los sucesos que antes ocurrían a miles de kilómetro y tardaban meses en acusarse en un lugar, ahora se conocen al instante. Lo que ocurre en la Bolsa de Landres, se sabe en Nueva York o en París al instante. Comienza así un proceso de globalización, cuyos efectos buenos y malos, se harán sentir cada vez con mas fuerza poco a poco, hasta nuestros días.
El teléfono
Una mejora del telégrafo es el teléfono, que consiste simplemente en un micrófono, que transforma la voz en ondas de diferente voltaje, mientras que un altavoz trasforma esos voltajes nuevamente en un sonido audible que quien lo recibe, puede entender como alabras.
Algo que parce simplemente un avance sobre el telégrafo, es en realidad mucho mas, pues elimina la figura del telegrafista tanto en el punto de emisión como en el de recepción, lo que supone que cualquier persona sin ninguna formación previa, está capacitado tanto para emitir mensajes como para recibirlos, lo que permite instalar en cada casa un emisor/receptor de mensajes el teléfono.
La primera «red social» aunque algo frustrada
Con ello se crea la primera “red social”, donde todos los nodos de la red tienen los mismos poderes y todos pueden generar y recibir contenidos.
Como ocurre con todas las redes los comienzos son inciertos, pues las redes sociales están sujetas a una ley por la cual su utilidad de la red, y por tanto lo que está dispuesto a pagar el usuario por utilizarla, es proporcional al cuadrado del número de usuarios que tenga.
Es fácil de entender. Una red con un único teléfono, no vale absolutamente para nada, no se puede llamar a nadie. Dos teléfonos, ya tiene un mínimo valor, vale para conectar dos puntos. Tres teléfonos duplican el valor de la red, pues ya cada teléfono vale para conectar con dos puntos. Cuando el teléfono lo tengan millones de personas, cada teléfono valdrá para conectar con millones de personas y como hay millones de teléfonos, la utilidad de la red se multiplica exponencialmente.
Lógicamente en los comienzos, solo los muy ricos y las grandes empresas solicitaron teléfono, por tanto el teléfono sólo valía para que los ricos hablaran entre si y con las grandes empresas y viceversa, es decir tenía poco valor para el resto de los mortales que no sentían la necesidad de habar con ricos, o con grandes empresas.
Además las compañías de teléfonos tenían que conectar mediante una telefonista, quién llamaba con quién recibía la llamada, y a eso tenía un coste, de conexión, pero a este coste sumaron otro coste proporcional a la distancia de la llamada, algo que es un error, pues el gasto de tender líneas y mantenerlas, debe ir cubierto por el abono fijo, pues a la compañía no le cuesta mas, que por las lineas pasen o no conferencias.
Este error, retrajo mucho a los posibles usuarios, pues si voy a poner un teléfono y pagar un fijo, y ademas me voy estar racionando las llamadas, porque me las cobran aparte, las pocas llamadas que haga, me saldrán carísimas. En consecuencia no pongo teléfono.
Por todos estos problemas el desarrollo de la red telefónica fue muy lento y hemos tenido que llegar casi a nuestros días, para que el teléfono sea de gran utilidad, primero porque nos conecta a todos con todos, y segundo porque se cobra un fijo que cubre el mantenimiento del servicio, (repartido entre millones de usuarios), y en cambio las llamadas son gratis o prácticamente gratis. Lo que fomenta muchísimo el uso del teléfono, lo que nos hace la sensación de que el servicio es muy barato. .
Las ondas hertcianas
Un nuevo sabio, en este caso europeo, Heinrich Hertz, descubre en 1885 otro efecto asociado a la electricidad, la propagación de las ondas electromagnéticas y las formas para producirlas y detectarlas.
Algo muy importante, porque permite que la información que iba por el telegrama se reciba sin necesidad de existencia de cables, y lo que es mas importante, sin que este predefinido previamente el lugar donde está el emisor y el receptor. De esta forma por ejemplo los transatlánticos como el Titanic, puede mandar sus mensajes de SOS a quien los oiga.
Una nueva clase de comunicaciones la telegrafía sin hilos entra en la historia y detrás de ella, llega algo que también va a ser revolucionario la radio, mientras que lo que parecía lógico que llegara la telefonía sin hilos habrá que esperar mucho, solo en nuestros días se generalizan los móviles.
La radio
La posibilidad de que alguien tenga un medio de comunicación, con el que puede llegar al publico, preocupa mucho a los gobiernos, independientemente de su color político, que ya miraban con prevención a la prensa escrita.
En 1904, antes de que la radio sea una realidad fuera de los laboratorios, el Gobierno Español se anticipa y decide que la radio sea monopolio del Estado.
No obstante parecen un montón de radio aficionados que por libre comienzan las primeras pruebas de emisión y recepción. Mi madre recordaba los primeros tiempos de la radio en Madrid. Para oír la radio, los aficionados se construían “radios de galena” cuyo alma era un cristal de galena (sulfuro de plomo), para detectar, (técnicamente rectificar), las señales de radio en amplitud modulada (AM) en la banda de onda media
Mi madre aseguraba que en aquellos aparatos entre pitidos y chisporroteos, a veces llegabas a detectar alguien que hablaba desde una emisora, lo que entonces resultaba tremendamente emocionante. Detectar una emisora de Cáceres o mejor aun sueca sueca, producía una gran emoción y lo verificaban, enviando por correo a la dirección de la emisora, también de aficionados que desplegaban en los tejados de las casas grandes antenas, una carta con el nombre de la ciudad de recepción, el día y la hora de la emisión, Hoy en día aun quedan radioaficionados, pero el público en general no siente deseos de oír una emisora de Australia.
Han de pasar veinte años para que en 1923, al comienzo de la Dictadura de Primo de Rivera , se inaugura la primera emisora estatal, Radio Ibérica, que emitirá conferencias, música de gramófono, conciertos del Teatro Real, recitales de poesía, el sorteo de la Lotería de Navidad, etc. y algo muy importante para su financiación, anuncios de receptores de radios.
Inesperadamente, en 1924, Primo de Rivera permiten radios comerciales privadas, siendo la primera la EAJ1 Radio Barcelona, que comienza su emisión al público basada en la publicidad algo que resulta novedoso, pues hasta entonces, el público pagaba para obtener los contenidos, compraba libros, periódicos, iba a conciertos,…. pero he aquí que la cosa cambia, basta comprar una radio para tener acceso gratuito a lo que retransmitan. Se inicia así una larga lucha entre los detentadores de los derechos de autor y quienes pr4opagan contenidos, que aun cien años después sigue en pié.
Las valvulas de vacío
Pero con aquellos aparatos de galena, no se podía montar una emisión en serio, suerte que pronto se invento las válvulas de vaco y con ellas ya fue posible crear radios que recibieran de forma estable la emisión y que ola amplificar lo suficiente para alimentar a un altavoz.
Llegamos pues a las radios de válvulas que permitieron a las empresas comerciales, emitir, noticias, música, retransmisiones deportivas y las radionovelas, algo que hoy no podemos entender pero que consiguieron audiencias que para si quisieran hoy los canales de televisión.
Comienza la Tercera Revolución Industrial
Las válvulas de vacío ya son otro mundo que si bien nace de las corrientes eléctricas nada tiene que ver con la corriente, porque las válvulas manejan electrones, son pues la puerta para la electrónica.
Igual que la electricidad cerró la primera Revolución Industrial e inauguró la segunda, la electrónica, cierra la segunda Revolución Industrial y abre la tercera, la Revolución Digital en la que estamos inmersos, Pero eso quizá sea el tema de otro post.
Me ha gustado un montón.
Muy buen reportaje. enhorabuena.-
Agradecido