Programas gratuitos útiles – OpenOffice
Hasta hace muy poco utilizaba normalmente la suit ofimática de Windows, principalmente el programa de tratamiento de textos Word para escribir y la hoja de cálculo Excel. Nunca pagué nada por sus magníficos programas, ni vi que Windows insistiera especialmente en ello. Pensé que esta actitud laxa de Windows hacia los particulares, se compensaba aceptando que te colocaran sin preguntar su sistema operativo al comparar un ordenador y que en tu trabajo pagaran las licencias de uso de sus productos, pues naturalmente, si todos estábamos acostumbrados a utilizar los programas de Windows, era lógico reclamar su uso en el trabajo.
Por otra parte años tras años Windows reportaba magníficos resultados económicos, lo que demostraba, según mi modesto entender, que el acuerdo Usuario/Microsoft era bueno y beneficioso para ambas partes. Hete aquí, que desde hace unos días, cada vez que abro Word me aparece el siguiente un mensaje:

No pueden ser por parte de Windowas más educados, pero es clara su opinión de que lo que yo consideraba hasta hoy, beneficiosa simbiosis para ambas partes, desde el punto de vista de Microsoft, se considera como claro parasitismo, y como pienso que pueden tener razón y sobre todo, considero que están en su derecho de prohibirme el uso gratuito de su suit, he decidido bajarme la de suit OpenOffice de Sun, tan semejante a la anterior como pueda serlo un producto que trata de imitar en todo a otro, pero tratando de no atravesar la sutíl frontera del plagio.
No creo que OpenOffice supere a Office de Windows, pero puedo asegurar, que lo que yo uso de la suit, que es lo básico, la sota, caballo y rey de entre las muchísimas posibilidades que tienen ambas suits,lo resuelven ambas, a la perfección. Así que a partir de hoy, utilizaré la suit OpenOffice, salvo que en el futuro encuentre, cosa que no espero, que esta suit padece una limitación insalvable en aquello que yo precisamente vaya a necesitr, y que en cambio esté resuelto en la de Windows.
Si eso ocurriera no dudaré de nuevo en cambiarme de nuevo a Microsoft, pus nada me ata a una u otra suit de programas y pagar religiosamente lo que me soliciten por la licencia, pues han de comprender los señores de Microsoft,que yo, como la inmensa mayoría de la gente, incluidos los agnósticos, consideramos pecado de despilfarro, pagar por aquello que podemos conseguir gratis.
Así pues, a partir de hoy dejo de utilizar la suit de Microsoft y me paso a utilizar la buena, útil y gratuita suit de Sus denominada, OpenOffice, sin que ello suponga, como persona agradecida y riguroso juez imparcial, que deje de proclamar las excelencias de Office de Microsoft, lo que no me quita de recomendar a mis lectores, que salvo casos de usos poco habituales, en cuyo caso conviene averiguar previamente si OpenOffice las cubre adecuadamente, pueden pasarse sin el menor problema al uso de esta suit, con la seguridad que su instalación es tan sencilla, como pueda serlo la de cualquier rograma de Microsoft y que tiene una curva de aprendizaje tan poco pendiente, que prácticamente pasa desapercibida.
Así pues, a partir de hoy dejo de utilizar la suit de Microsoft y me paso a utilizar la buena, útil y gratuita suit de Sus denominada, OpenOffice, sin que ello suponga, como persona agradecida y riguroso juez imparcial, que deje de proclamar las excelencias de Office de Microsoft, lo que no me quita de recomendar a mis lectores, que salvo casos de usos poco habituales, en cuyo caso conviene averiguar previamente si OpenOffice las cubre adecuadamente, pueden pasarse sin el menor problema al uso de esta suit, con la seguridad que su instalación es tan sencilla, como pueda serlo la de cualquier rograma de Microsoft y que tiene una curva de aprendizaje tan poco pendiente, que prácticamente pasa desapercibida.
No creo que OpenOffice supere a Office de Windows, pero puedo asegurar, que lo que yo uso de la suit, que es lo básico, la sota, caballo y rey de entre las muchísimas posibilidades que tienen ambas suits,lo resuelven ambas, a la perfección. Así que a partir de hoy, utilizaré la suit OpenOffice, salvo que en el futuro encuentre, cosa que no espero, que esta suit padece una limitación insalvable en aquello que yo precisamente vaya a necesitr, y que en cambio esté resuelto en la de Windows.
Si eso ocurriera no dudaré de nuevo en cambiarme de nuevo a Microsoft, pus nada me ata a una u otra suit de programas y pagar religiosamente lo que me soliciten por la licencia, pues han de comprender los señores de Microsoft,que yo, como la inmensa mayoría de la gente, incluidos los agnósticos, consideramos pecado de despilfarro, pagar por aquello que podemos conseguir gratis.
Así pues, a partir de hoy dejo de utilizar la suit de Microsoft y me paso a utilizar la buena, útil y gratuita suit de Sus denominada, OpenOffice, sin que ello suponga, como persona agradecida y riguroso juez imparcial, que deje de proclamar las excelencias de Office de Microsoft, lo que no me quita de recomendar a mis lectores, que salvo casos de usos poco habituales, en cuyo caso conviene averiguar previamente si OpenOffice las cubre adecuadamente, pueden pasarse sin el menor problema al uso de esta suit, con la seguridad que su instalación es tan sencilla, como pueda serlo la de cualquier rograma de Microsoft y que tiene una curva de aprendizaje tan poco pendiente, que prácticamente pasa desapercibida.
Así pues, a partir de hoy dejo de utilizar la suit de Microsoft y me paso a utilizar la buena, útil y gratuita suit de Sus denominada, OpenOffice, sin que ello suponga, como persona agradecida y riguroso juez imparcial, que deje de proclamar las excelencias de Office de Microsoft, lo que no me quita de recomendar a mis lectores, que salvo casos de usos poco habituales, en cuyo caso conviene averiguar previamente si OpenOffice las cubre adecuadamente, pueden pasarse sin el menor problema al uso de esta suit, con la seguridad que su instalación es tan sencilla, como pueda serlo la de cualquier rograma de Microsoft y que tiene una curva de aprendizaje tan poco pendiente, que prácticamente pasa desapercibida.
Así pues, a partir de hoy dejo de utilizar la suit de Microsoft y me paso a utilizar la buena, útil y gratuita suit de Sus denominada, OpenOffice, sin que ello suponga, como persona agradecida y riguroso juez imparcial, que deje de proclamar las excelencias de Office de Microsoft, lo que no me quita de recomendar a mis lectores, que salvo casos de usos poco habituales, en cuyo caso conviene averiguar previamente si OpenOffice las cubre adecuadamente, pueden pasarse sin el menor problema al uso de esta suit, con la seguridad que su instalación es tan sencilla, como pueda serlo la de cualquier rograma de Microsoft y que tiene una curva de aprendizaje tan poco pendiente, que prácticamente pasa desapercibida.
No creo que OpenOffice supere a Office de Windows, pero puedo asegurar, que lo que yo uso de la suit, que es lo básico, la sota, caballo y rey de entre las muchísimas posibilidades que tienen ambas suits,lo resuelven ambas, a la perfección. Así que a partir de hoy, utilizaré la suit OpenOffice, salvo que en el futuro encuentre, cosa que no espero, que esta suit padece una limitación insalvable en aquello que yo precisamente vaya a necesitr, y que en cambio esté resuelto en la de Windows.
Si eso ocurriera no dudaré de nuevo en cambiarme de nuevo a Microsoft, pus nada me ata a una u otra suit de programas y pagar religiosamente lo que me soliciten por la licencia, pues han de comprender los señores de Microsoft,que yo, como la inmensa mayoría de la gente, incluidos los agnósticos, consideramos pecado de despilfarro, pagar por aquello que podemos conseguir gratis.
Así pues, a partir de hoy dejo de utilizar la suit de Microsoft y me paso a utilizar la buena, útil y gratuita suit de Sus denominada, OpenOffice, sin que ello suponga, como persona agradecida y riguroso juez imparcial, que deje de proclamar las excelencias de Office de Microsoft, lo que no me quita de recomendar a mis lectores, que salvo casos de usos poco habituales, en cuyo caso conviene averiguar previamente si OpenOffice las cubre adecuadamente, pueden pasarse sin el menor problema al uso de esta suit, con la seguridad que su instalación es tan sencilla, como pueda serlo la de cualquier rograma de Microsoft y que tiene una curva de aprendizaje tan poco pendiente, que prácticamente pasa desapercibida.
Así pues, a partir de hoy dejo de utilizar la suit de Microsoft y me paso a utilizar la buena, útil y gratuita suit de Sus denominada, OpenOffice, sin que ello suponga, como persona agradecida y riguroso juez imparcial, que deje de proclamar las excelencias de Office de Microsoft, lo que no me quita de recomendar a mis lectores, que salvo casos de usos poco habituales, en cuyo caso conviene averiguar previamente si OpenOffice las cubre adecuadamente, pueden pasarse sin el menor problema al uso de esta suit, con la seguridad que su instalación es tan sencilla, como pueda serlo la de cualquier rograma de Microsoft y que tiene una curva de aprendizaje tan poco pendiente, que prácticamente pasa desapercibida.
Así pues, a partir de hoy dejo de utilizar la suit de Microsoft y me paso a utilizar la buena, útil y gratuita suit de Sus denominada, OpenOffice, sin que ello suponga, como persona agradecida y riguroso juez imparcial, que deje de proclamar las excelencias de Office de Microsoft, lo que no me quita de recomendar a mis lectores, que salvo casos de usos poco habituales, en cuyo caso conviene averiguar previamente si OpenOffice las cubre adecuadamente, pueden pasarse sin el menor problema al uso de esta suit, con la seguridad que su instalación es tan sencilla, como pueda serlo la de cualquier rograma de Microsoft y que tiene una curva de aprendizaje tan poco pendiente, que prácticamente pasa desapercibida.
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